Atrévete a probar esta diferente y nutritiva ensalada de salmón salteado sobre una base de rúcula, judías blancas y tomates cherry aderezados con una vinagreta de tomillo. Además, completamos esta plato con mini mozzarellas y un crujiente de queso casero que aportará gran sabor y textura.
200 gramo(s)
Salmón
(Contiene Pescado Puede contener Crustáceos, Moluscos, Huevo, Soja)
100 gramo(s)
Rúcula
1 sobre(s)
Mostaza
(Contiene Mostaza)
340 gramo(s)
Judías blancas
(Contiene Sulfitos)
125 gramo(s)
Tomate cherry
150 gramo(s)
Mini queso mozzarella
(Contiene Leche)
25 gramo(s)
Queso italiano rallado curado
(Contiene Leche)
1 sobre(s)
Tomillo seco
1 pizca(s)
Sal y pimienta
2 cucharada(s)
Aceite de oliva
1 cucharadita(s)
Orégano
1 cucharadita(s)
Vinagre de vino tinto
Con un cuchillo bien afilado, retira la piel del salmón y, luego, córtalo en cubos de 1-2 cm. En un bol grande, mezcla el salmón, la mostaza, el orégano (ver cantidad en ingredientes) y salpimienta. Reserva hasta el paso 4. Escurre las judías blancas con ayuda de un colador y ponlas en una ensaladera. Corta los tomates cherry por la mitad y agrégalos a la ensaladera con las judías blancas.
En un bol pequeño, agrega el tomillo, un chorrito de aceite y el vinagre de vino tinto (ver cantidad en ingredientes). Salpimienta y mezcla bien. Añade el aliño y la rúcula a la ensaladera con las judías y mezcla todo bien.
Calienta una sartén antiadherente a fuego medio-alto sin aceite. Una vez caliente, agrega el queso curado italiano y repártelo en una sola capa fina sobre la superficie de la sartén. Cocina durante 2 min y, luego, con ayuda de una espátula, dale la vuelta y cocina 1 min más. Cuando esté listo, deja enfriar en un plato. Una vez frío, separa el crujiente de queso en trozos de 1-2 cm.
En la misma sartén, calienta un chorrito de aceite a fuego medio-alto. Luego, agrega el salmón, salpimienta y cocina 2 min por lado, hasta que esté bien hecho en el interior y dorado por fuera. Sirve la ensalada de rúcula y judías en la base de los platos y agrega las mini mozzarellas. Encima, reparte los trozos de salmón y el crujiente de queso.
RECUERDA: Lávate las manos y los utensilios de cocina después de manipular pescado crudo.